La Política Exterior Feminista de México, un paso para alcanzar ¿una sociedad más próspera y justa?

Por: Nadia Jazmin Martinez Garcia* / Redacción CIBEI México

El día 09 de enero del año 2020, el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, anunció durante la XXXI Reunión Anual de Embajadores y Cónsules del Servicio Exterior Mexicano, la adopción de la Política Exterior Feminista de México (PEFM) , la cual, se ubica en el marco de la política exterior multilateral en materia de derechos humanos, que la Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaria de Relaciones Exteriores del Estado mexicano está impulsando

Algunos de los motivos por los cuales se decide impulsar esta Política Exterior Feminista (PEF) es que el Gobierno de México se ha autonombrado como progresista, incluyente, paritario, que escucha a su población y responde a los reclamos sociales; incluso, el canciller Marcelo Ebrard declaró que el Gobierno de México es feminista y, por tanto, su política exterior también debe ser feminista.

Sin embargo, surge la siguiente pregunta: ¿Promover acciones dentro de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) llevará a México a alcanzar una sociedad más próspera y justa? Esto debido a que la PEFM se centra principalmente en lograr una SRE paritaria, en promover acciones para erradicar la violencia de género al interior de la SRE y en visibilizar el “capital” femenino dentro de dicha institución.

Y subrayo la palabra “capital”, porque podría interpretarse como si la SRE viera a las mujeres como un objeto, lo que podría entenderse como la cosificación del cuerpo de las mujeres, la cual “ocurre cuando una persona es tratada como un simple cuerpo que existe para el uso y el placer de los demás (Bartky 1990; Nussbaum, 1999, tal como se cita en Moya, A. 2016, p.23)”. Es decir, se ve y se trata a las mujeres como un objeto que se encuentra a disposición de los hombres, “despojándolas así de su capacidad humana e intelectual” (Mal Vestida, 2018).

Otra de las deficiencias de la PEFM es que se olvida de aquellas mujeres pobres, mujeres migrantes, mujeres que pertenecen a la diversidad sexogenérica, mujeres morenas, mujeres racializadas, mujeres afrodescendientes, esas mujeres que representan más del 90% del total de mujeres en nuestro país, mismas que tampoco se encuentran contempladas dentro de la PEFM, ya que pareciera que PEFM se centra únicamente en las mujeres que poseen un cuarto propio.

 A lo anterior, habría que añadir que la PEFM “aparenta estar inmiscuida en lo que es el cisgénero (identidad de género que relaciona a las personas con el sexo asignado al nacer)”, puesto que en cada una de las acciones que promueve no se visibiliza a las personas no binarias. Por último, una de las falencias más notables de la PEFM es que no cuenta con indicadores que ayuden a medir los avances, logros, retos o las áreas de oportunidad

Pero, por el contrario, si lo que México está promoviendo una diplomacia feminista, entonces habría que llamarla por su nombre y no nombrarla como PEFM sólo porque existan intereses políticos de por medio. En tal sentido, el reto que tiene la PEFM es lograr incluir a la diversidad de mujeres que existen en México, incluir sus demandas, reconocerlas, nombrarlas y visibilizarlas.

Esto debido a que se les suele nombrar únicamente cuando se trata de promoción cultural (en el caso de las mujeres indígenas) o para anunciar que en México se respetan los derechos humanos, pero, en el día a día, sus voces son calladas. Un ejemplo de esto son las represiones de los movimientos feministas, entendiendo la represión como “todas las acciones que se llevan a cabo para silenciar, oprimir y criminalizar, desde diferentes ámbitos, al movimiento feminista, poniendo un freno a su avance en relación a los derechos sociales conquistados” (Fondo de mujeres Calala, 2021. p. 4).

Para concluir, conviene retomar una frase de la activista afrodescendiente Angela Davis, quien menciona que “¿Por qué pudimos pensar que sería posible lograr la liberación de las mujeres dejando atrás a las mujeres indígenas, a las mujeres latinas, las mujeres islámicas, las mujeres asiáticas?”. Por ello, es preciso tener presente que si el objetivo central de la PEFM es lograr una sociedad mexicana más justa, más equitativa y donde se reduzca la brecha de género debería considerar a todas las mujeres y no sólo a las que forman parte de los órganos gubernamental encargados de las tareas diplomáticas del país.

REFERENCIAS

Fondo de mujeres Calala. (2021). Informe 2010 – 2021 Represión al movimiento feminista en el Estado Español. Fondo de mujeres Calala. Recuperado de: https://calala.org/wp-content/uploads/2021/09/Calala-Novact-Represion-Movimiento-Feminista-Espanya.pdf

Mal vestida. (2018). Diccionario feminista para principiantes. Mal vestida. Recuperado de: https://malvestida.com/2018/04/diccionario-feminista-principiantes/

Moya, A. (2016). Cosificación de las mujeres: análisis de las consecuencias psicosociales de los piropos. Universidad de Granada. Recuperado de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/viewer.html?pdfurl=https%3A%2F%2Fdigibug.ugr.es%2Fbitstream%2Fhandle%2F10481%2F43577%2F26117484.pdf%3Fsequence%3D6%26isAllowed%3Dy&clen=6416911

James, V. (2022). Diplomacia feminista ¿Una deconstrucción de la realidad internacional? Red Intercol. Recuperado de: https://redintercol.net/index.php/blog-y-publicaciones/blog/item/904-diplomacia-feminista-%C2%BFuna-deconstrucci%C3%B3n-de-la-realidad-internacional.html

*Estudiante de Relaciones Internacionales, activista por los derechos de las mujeres, Senadora Juvenil 2021 y Premio Municipal de la Juventud

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