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Por: Itzel Pamela Pérez Gómez
El 10 de diciembre del 2020 el ex presidente Donald Trump anunciaba que reconocía la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental y, en consecuencia, la apertura de un consulado en Dakhla. Ese mismo día el rey marroquí Mohammed VI anunciaba el reconocimiento del Estado de Israel convirtiéndose en el sexto país de la liga árabe en reconocerlo. Esto dejó en evidencia que, detrás de estas decisiones había habido un acuerdo quid pro quo entre ambos países con consecuencias locales, regionales e internacionales que se verán en un futuro no muy lejano.
Durante los primeros 6 meses del 2021, Marruecos e Israel se han ocupado en establecer sus lazos diplomáticos y profundizar sus relaciones bilaterales, hasta ahora se han establecido vuelos directos entre capitales, y se prevé el establecimiento de misiones diplomáticas en un futuro cercano así como acuerdos de cooperación económica y tecnológica.
Las consecuencias dentro del Reino
La política nacional marroquí se encuentra dividida sobre el tema. Por un lado, hay quienes opinan que la normalización de lazos con Israel formaliza una relación ya existente e histórica respaldada por la relación del gobierno marroquí con sus ciudadanos judíos y con los israelíes de origen marroquí (más de un millón), y otros hechos históricos en donde Israel y Marruecos se han acercado, por ejemplo, en términos de seguridad y con respecto al conflicto Palestino-Israelí.
Por otro lado, están quienes opinan que el necesitar el respaldo de Estados Unidos en el asunto del Sahara Occidental pone a Marruecos en una posición vulnerable y de sumisión innecesaria. Entre los que denunciaron este normalización se encuentra los miembros del Partido de la Justicia y el Desarrollo. Además, de acuerdo con el índice de Opinión Árabe (2019-2020), el 88% de los marroquíes encuestados dijeron que se opondrían al reconocimiento diplomático de Israel, y el 70% consideró la causa palestina como una que concierne a to
dos los árabes. Previendo las críticas internas, el rey Mohammed VI reiteró la posición de Marruecos respecto a Palestina. Es decir, su compromiso con la solución de dos Estados y su posición como posible mediador entre ambos Estados para lograr una paz definitiva. Sin embargo, este doble discurso (pro-Palestina a nivel local y pro-Israel a nivel internacional) será difícil de mantener para el país norafricano.
Impacto regional e internacional
Sin duda esta decisión molestará no solo a algunos vecinos de Marruecos sino en general a otros países denominados “árabes”. Pero se debe recordar que Marruecos no está solo en esta decisión. Egipto (1979), Jordania (1994), Emiratos Árabes Unidos (2020), Bahrein (2020) y Sudán (2020) ya han normalizado lazos con Israel. Por su parte, Argelia e Irán criticaron la decisión de Marruecos y probablemente se le unan Líbano, Siria e Irak. Sin embargo, al no ser los aliados objetivo del reino, estas crítica son afectarán a Marruecos. El objetivo de Marruecos es profundizar su alianza con los países del Golfo (dos de los cuales ya normalizaron relaciones con Israel) y, con su decisión, podría fortalecer las relaciones sobre todo con Emiratos Árabes Unidos y con Bahrein (quienes además ya han establecido consulados en el territorio del Sahara Occidental. Esto evidencia que la decisión de Marruecos no es más que una de sus estrategias para avanzar su agenda de política exterior: avanzar su agenda respecto al tema del Sahara Occidental mediante reconocimiento internacional y acercarse a los países del Golfo.
Por el lado de la Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es poco probable que el acuerdo de Estados Unidos y Marruecos cambie algo respecto de su posición frente a ambos conflictos (Palestina y el Sahara Occidental). Tanto la UE como la ONU favorecerán decisiones impulsadas por las resoluciones del Consejo de Seguridad, en resumen, cualquier solución auspiciada por la ONU.
Reflexiones finales
Si bien el acuerdo entre Estados Unidos y Marruecos tomó por sorpresa a la comunidad internacional sobre todo a los que apoyan la causa Palestina, es necesario continuar dándole seguimiento al tema. Hasta el 13 de junio del 2021, el gobierno de Joe Bien revisa la política de reconocimiento del Sahara Occidental anunciada por Donald Trump para decidir las líneas de acción concretas. La decisión queda entre si continua o no respaldando a Marruecos en el reconocimiento de su soberanía sobre el Sahara Occidental. Las consecuencias de darle reversa a la decisión de reconocimiento están por verse, sin embargo, pase lo que pase, el acuerdo quid pro quo entre el Estados Unidos de Trump y el Rey Mohammed VI reveló que éste último está dispuesto a hacer lo necesario para asegurar el reconocimiento internacional de su soberanía sobre el Sahara Occidental. Mientras tanto es claro que Marruecos continua con su política de acercamiento a Israel, evidencia de esto es la felicitación que envío el Rey marroquí al electo presidente Israelí Natfali Benette.
Referencias
Al Jazerra (17 de junio del 2021. )Moroccan king congratulates Israel’s new prime minister https://www.aljazeera.com/news/2021/6/17/moroccan-king-congratulates-israels-new-prime-minister
Chtatou, M. (5 de enero del 2021). Undestanding Moroccan “Normalization” with Isreal. Washington Institute. https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/understanding-moroccan-normalization-israel
Gordon, P. (11 de diciembre del 2020). What Morocco’s Agreement With Israel Means for the Wider Middle East. Council on Foreign Relations. https://www.cfr.org/in-brief/what-moroccos-agreement-israel-means-wider-middle-east
Stepansky, J. (13 de Junio del 2021). Why Biden’s Wester Sahara Policiy remains under review. Al Jazeera. https://www.aljazeera.com/news/2021/6/13/why-biden-administration-and-western-sahara