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Por: Alejandro Díaz Bustamante. Redacción CIBEI México
En los últimos 30 años China se ha convertido en uno de los actores más relevantes e incidentes de la política internacional, tanto en el ámbito económico como político, esto debido a su gran crecimiento económico que sitúa al país como la segunda economía más grande del mundo con un PIB de 14,28 billones dólares registrado en 2019.[1] Además de tener un papel decisivo en el sistema estatal al tener influencia en organismos internacionales, foros de cooperación y en países de distintas regiones con gran valor económico, sobre todo en Asia.
La actual posición privilegiada de China como actor determinante del sistema estatal, se debe en gran medida a los cambios y transformaciones de su política exterior desde la muerte de Mao Tse Tung. Toda política exterior tiene como base un proyecto de nación que define el camino que desea seguir un país en el plano internacional, asimismo la base fundamental de esta estructura es el interés nacional que deciden los gobernantes como forma de velar por los intereses del Estado. Este interés nacional esta condicionado a diversos factores como el contexto histórico y las condiciones particulares de cada caso; es decir, no es permanente y el grupo que esté en el poder será el encargado de asignarlo.
En el caso de China, su política exterior pasó de estar basada en un modelo cerrado que velaba por la soberanía política y territorial del Estado, con una economía proteccionista y poco industrializada a una pragmática que incide cada vez más en el sistema-mundo pretendiendo alcanzar objetivos específicos en pro del Estado chino. A pesar de las reformas en política exterior China ha mantenido tres objetivos fundamentales: modernización, reconocimiento internacional como gran potencia y reunificación nacional: en todos ha logrado grandes avances [2]
Un motor fundamental de estos cambios ha sido la apertura de China al exterior, mediante un modelo de desarrollo basado en su inserción en cadenas globales de valor, lo que hizo a este país muy dependiente del contexto internacional. Sin embargo, gracias a su éxito y a las enormes dimensiones del país, esta relación de dependencia se ha convertido en interdependencia.[3] Por lo tanto, lo que sucede hoy día en China tiene un enorme impacto en los demás países.
En el gobierno de Deng Xiapong y en la década de 1990, el país comenzó con una política que mezclaba pragmatismo con un perfil bajo, es decir, se dieron las condiciones políticas para insertar al país en cadenas globales de producción que permitieron la industrialización y la capacitación de mano de obra, por lo que la economía china alcanzaba índices de crecimiento, y por otro lado, el gobierno chino manifestaba su no intención de cobrar protagonismo en el esquema internacional bajo la doctrina de los 24 caracteres que se resumía en “Observar con calma; asegurar nuestra posición; afrontar los hechos con tranquilidad; esconder nuestras capacidades y ganar tiempo; mantener un perfil bajo; y nunca reclamar liderazgo”.[4] La anterior doctrina sirvió con la finalidad de poder entablar relaciones comerciales con varios países, incluidos los de la ASEAN que actuaban con un rechazo a China por temor.
Es bajo este contexto que comenzó la influencia china sobre los países de la ASEAN, específicamente en 1997 cuando los países de este bloque junto con Corea del Sur y Japón entraron en una crisis económica que desacelero los flujos de inversión en la región, por lo que la mayoría de estás economías al no estar 100% consolidadas y al ser dependientes en gran medida de la IED proveniente de occidente se pronunciaron a favor de una mayor integración y cooperación en materia económica.
De esta manera, China aprovechó la debacle económica y comercial de sus vecinos a su en favor para crear una base de confianza que alejara la percepción negativa del país como una amenaza, creando un entorno que favoreciera la multipolaridad y la política de buena vecindad con los países circundantes para poder enfocarse en un desarrollo y estabilidad interna, por lo que al evitar la devaluación del yuan, la ASEAN pudo dirigir al mercado chino buena parte de las exportaciones que remediaron la insolvencia financiera para atender sus acreencias.[5] Este gesto fue valorado por los países de la ASEAN como muestra de la solidaridad china y sobre todo hizo ver a su economía como fiable y estable. Por lo tanto, a partir de ese momento ASEAN encontró en China un potencial socio comercial y político, iniciando una relación de beneficio mutuo.
La ASEAN pudo encontrar en China un aliado que les ha permitido afianzar su cohesión grupal frente a los problemas regionales y mundiales como la ya mencionada crisis de 1997 y la de 2008. Además, China por medio de su etapa en política exterior de asertividad se presentó como un colaborador en los foros internacionales y en las Naciones Unidas. De esta manera, China también se beneficia ya que pudo acceder a los mercados de la ASEAN, lo que ha posicionado mejor a sus empresas con tratados comerciales beneficiosos que contemplan reducción en aranceles y en obtención de materias primas para su industria, por lo que esto representa una opción para China de avanzar en un modelo Gankho Kentai al tener mayores inversiones, acelerar la producción y reducir costes de exportación.
El gobierno de chino ha hecho lo posible para fomentar el comercio con el bloque, incluso creando una oficina de comercio China-ASEAN para elevar el perfil de la ASEAN en el país. Eso es importante, ya que China tiene la doble imposición y acuerdos de libre comercio con la ASEAN, recientemente han firmado un acuerdo que otorga arancel cero a más de 7.000 productos. Esto se hizo como parte del Área ASEAN-China de Libre Comercio (ACFTA), que es un acuerdo entre China y los 10 países miembros de la ASEAN. El ACFTA es la mayor zona de libre comercio a nivel mundial en términos de población y el tercero en términos de PIB nominal.[6]
A través de las interacciones con ASEAN, y la práctica de diálogo y consenso que la organización imprime al proceso de toma de decisiones, los intereses de China en la relación se ampliaron. Su participación se volvió más activa al tiempo que aumentó su predisposición a tratar temas en ámbitos multilaterales, dejando de lado la suspicacia inicial.[7] Esto se debe a que China prefirió que al estrechar relaciones con ASEAN como parte de su estrategia de crecimiento económico era mejor influir en estos países antes de que estos influyeran y ejercieran presión sobre China, al mismo tiempo que se podía poner al margen a potencias como Estados Unidos o la UE que pudiesen alterar o influir sobre la soberanía e integridad china que es una de las bases intangibles de la PE del país.
La estrategia de China para la integración Asia-pacifico es la conformación de ASEAN Plus Three que es un proceso de cooperación regional que agrupa a los diez países de ASEAN y a China, Japón y Corea del Sur. Esta estrategia que inicialmente concentraba sus esfuerzos en el área económica también pretende tener un alcance temático más amplio como un Fondo Monetario Asiatico que pueda servir como ayuda antes crisis económicas como la del 2008, que beneficio a China, y que promovió el yuan en las transacciones comerciales y desacredito momentáneamente al sector bancario norteamericano y a los organismos como el FMI. [8]
Este mecanismo podría ser el canal principal de cooperación en el Este de Asia. Además de que con eso se puede dar paso a una mayor institucionalización en la ASEAN y hacer la cooperación más vinculante, de tal forma que China pueda influir en la sistematización de la integración asiática y sea beneficioso para sus intereses. Sin embargo, esta integración ha tenido sus dificultades y altibajos debido a las confrontaciones de China con Japón sobre territorios en el mar meridional y el respaldo chino a Corea del Norte, país que ha tenido confrontaciones tanto con Corea del Sur y Japón, los cuales a partir de 2013 con los ensayos nucleares de Corea del Norte se acercaron más a Estados Unidos para una cooperación en materia de seguridad que desacredita a China.
Debido a lo anterior China ve como principal adversario político en la región a una presencia de Estados Unidos, ya que después de la Guerra Fría y el fin del orden bipolar, China aboga por un multilateralismo en materia económica y de seguridad que pueda dar paso a un orden multipolar que le permita salvaguardar y alcanzar una estabilidad interna. Debido a eso, desde que empezó el gobierno de Xi Jinping China ha configurado su política exterior de pragmatismo-perfil bajo a “el sueño chino” que se pronuncia por un liderazgo chino en la región, así como referencias a la necesidad de que China asuma un papel más activo dentro de la comunidad internacional, lo que da lugar a diferentes derivadas con un impacto ambivalente sobre otros países, que pueden encontrar nuevas oportunidades de cooperación o un mayor riesgo de conflicto en este proceso.[9]
Este nuevo giro de la política exterior china se presenta más agresiva, sin embargo, hay que recordar que el interés de China es trabajar de forma multilateral para alcanzar estabilidad en la región para que el comercio chino, las rutas de transporte y la periferia territorial no se vean afectados y que a su vez no sea perjudicial a la soberanía y unidad territorial del país. Además la ASEAN cada vez toma más protagonismo como un regionalismo moderno que va en ascenso con mayor relevancia en la economía mundial, por lo que es de vital importancia que en dado caso de que la integración asiática se vea favorecida China sea parte de ella y conduzca la integración regional en beneficio de sus intereses políticos y económicos, por lo que es necesario hacer uso de su Política Exterior, la cual va adaptando según las circunstancias y los escenarios, por lo que nunca se abandona el pragmatismo adoptado con la apertura comercial del país.
Fuentes de consulta:
Banco Mundial. Consultado el 11 de Septiembre de 2021. Disponible en:https://datos.bancomundial.org/pais/china
Eduardo Regalado, China y la integración económica asiática, Econ. y Desarrollo vol.154 no.1 La Habana. 2015. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0252-85842015000200003
Esteban Rodríguez, La evolución de la política exterior China, Universidad Autónoma de Madrid, España. 2016.Disponible en: https://www.redalyc.org/journal/282/28245351015/html/
Joseph Cheng, China’s Regional Strategy and Challenges in East Asia, China Perspectives, 2013, p 3.
María Florencia, POLÍTICA EXTERIOR CHINA HACIA LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN REGIONAL DE ASEAN, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. 2010, p 168. Disponible en:file:///C:/Users/HP/Downloads/183-Texto%20del%20art%C3%ADculo-620-1-10-20101202.pdf
Pío García, La relación China – ASEAN y la integración asiática,Universidad Externado de Colombia, SF.
[1] Banco Mundial. Consultado el 11 de Septiembre de 2021. Disponible en:https://datos.bancomundial.org/pais/china
[2] Esteban Rodríguez, La evolución de la política exterior China, Universidad Autónoma de Madrid, España. 2016.Disponible en: https://www.redalyc.org/journal/282/28245351015/html/.
[3] Joseph Cheng, China’s Regional Strategy and Challenges in East Asia, China Perspectives, 2013, p 3.
[4] Ibidem, p. 54.
[5] María Florencia, POLÍTICA EXTERIOR CHINA HACIA LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN REGIONAL
DE ASEAN, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. 2010, p 168. Disponible en:file:///C:/Users/HP/Downloads/183-Texto%20del%20art%C3%ADculo-620-1-10-20101202.pdf
[6] Eduardo Regalado, China y la integración económica asiática, Econ. y Desarrollo vol.154 no.1 La Habana. 2015. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0252-85842015000200003
[7] Pío García, La relación China – ASEAN y la integración asiática,Universidad Externado de Colombia, SF. p,166.
[8] Florencia, op cit. 175.
[9] Esteban Rodríguez, op cit.