Generación de igualdad: el nuevo enfoque de la política exterior feminista.

  • 10 marzo, 2021
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Por: Virginia Nehme R

Lic. Internacionalista de la Universidad de Santa María, Caracas – Venezuela. Master en Relaciones Internacionales y Diplomacia. Especialista en Diplomacia Digital

Extracto:

El término de política exterior feminista parece tener un significado bastante amplio. La política exterior feminista busca asegurar los derechos y la participación de la mujer en el proceso de toma de decisiones centrales, incluyendo las negociaciones de paz. Pero, ¿Qué hace que una política exterior o diplomacia sea feminista? En este artículo, analizaremos las políticas presentadas por algunos países: Suecia, Canadá, Francia y España. Todos se basan en ICPD, Beijing, UNSCR 1325 y otros acuerdos internacionales enfocados en resaltar el estatus de las mujeres e integrando la igualdad de género.

Hace veintiséis años, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que exige que las mujeres sean incluidas en la prevención de conflictos, los procesos de paz y la política de seguridad. Así la resolución 1325 “Mujeres, Paz y Seguridad” ha permitido avanzar en materia de política exterior feminista. Repasando los cambios que se han producido en el ejercicio de la política exterior hasta la actualidad, podemos enfocar este articulo en los principales países que han integrado a su política exterior el desarrollo de la diplomacia feminista.

La representación y el ejercicio de la actividad diplomática ha cambiado mucho a lo largo de la historia. Antiguamente, el rol de la mujer en los espacios políticos y diplomáticos era prácticamente nula, eran mayormente los hombres quienes representaban los cargos de poder. Hoy en día, la diplomacia se inscribe en una realidad de “Generación de igualdad” en la que participan muchos actores interdependientes que configuran la red de relaciones internacionales, y la política exterior.  

¿Qué es la Generación de igualdad y por qué se ha convertido en uno de los pilares de acción en la política exterior feminista?

Regresemos al año 2015, cuando todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible como parte de la Agenda 2030, y se comprometieron a desarrollar acciones que los llevaran a alcanzarlos. El Objetivo número 5 “Igualdad de genero” se ha convertido en uno de los principales influyentes en la agenda de política exterior, sin duda el año 2020 marcó un hito para acelerar la implementación de los compromisos mundiales con la igualdad de género. Este año se cumplen 26 años desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la adopción de su resolución histórica, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (Plataforma de Acción de Beijing), un programa visionario que definió el camino para derribar las barreras sistémicas que impiden la participación de las mujeres en pie de igualdad en todos los ámbitos de la vida, ya sean públicos o privados.

Actualmente el marco más integral para el logro del empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género es el conocido Foro Generación Igualdad, un diálogo público internacional para la acción urgente y la rendición de cuentas sobre la igualdad de género; se celebrará el poder del activismo por los derechos de las mujeres, la solidaridad feminista y el liderazgo de la juventud para lograr un cambio transformador.

Sin embargo, no todos los países fueron los primeros en trabajar la igualdad de genero, Suiza fue el último país europeo en abrir su Ministerio de Asuntos Exteriores a las mujeres en 1956. Durante mucho tiempo encontrar mujeres diplomáticas de alto rango era raro. Su número ha crecido ininterrumpidamente solo en los últimos diez años.   En 1956 el DFAE convocó un concurso para entrar a formar parte del servicio diplomático, abriendo así la profesión a las mujeres. Suiza fue el último país europeo en dar este paso. Francia lo hizo en 1928. España, en 1933 (durante la República). Noruega, en 1938. Aunque el DFAE se abrió a las mujeres, estas no tenían las mismas oportunidades que los hombres. Hasta 1972, por ejemplo, las mujeres diplomáticas no podían casarse.

“Cuando me nombraron embajadora, me trataron como a un objeto. Me chocó: los hombres eran tratados de una manera totalmente diferente”, explicaba (en una entrevista publicada en 1998) la que en 1977 fue la primera embajadora de Suiza, Francesca Pometta.

Asociación de mujeres diplomáticas del DFAE

La Asociación de mujeres diplomáticas promueve la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el Ministerio suizo de Asuntos ExterioresEnlace externo. Tiene tres objetivos. En primer lugar, aboga por una representación equitativa de mujeres en todos los niveles: la proporción de mujeres en puestos clave y en el nivel más alto sigue siendo baja. En segundo lugar, la organización pretende reforzar el equilibrio entre la vida profesional y la vida privada: la disciplina de los traslados, las medidas para las personas acompañantes, la flexibilidad laboral, el apoyo a la maternidad y el cuidado de los niños son ámbitos que pueden mejorarse. Por último, alienta la creación de redes y el apoyo a las mujeres diplomáticas.

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Hoy, de los 155 embajadores del DFAE, 30 son mujeres. Pascale Baeriswyl es madre de familia y la primera mujer que ha nombrada secretaria de Estado de Asuntos Exteriores. Por otro lado, Yvette Estermann política suiza, coincide en que la paz tiene más probabilidades de ser duradera cuando las mujeres participan en la conclusión de los acuerdos. “La forma de actuar de las mujeres es más humana, las mujeres piensan más en el futuro y en las consecuencias. De ahí que la mejor opción es incluirlas en las negociaciones y en las misiones de paz”.

El término de política exterior feminista parece tener un significado bastante amplio. La política exterior feminista busca asegurar los derechos y la participación de la mujer en el proceso de toma de decisiones centrales, incluyendo las negociaciones de paz. Pero, ¿Qué hace que una política exterior o diplomacia sea feminista? En este artículo, analizaremos las políticas presentadas por algunos países: Suecia, Canadá, Francia y España. Todos se basan en ICPD, Beijing, UNSCR 1325 y otros acuerdos internacionales enfocados en realzar el estatus de las mujeres e integrando la igualdad de género.

1.- Las «tres erres» de la política exterior y diplomacia feminista de Suecia: Una de las naciones pioneras en política exterior y diplomacia feminista es Suecia, esta inédita forma de mirar las relaciones internacionales se sustenta en tres ejes, los cuales el gobierno sueco ha denominado la «caja de herramientas» de las «tres erres»:

  • Respeto por los derechos humanos porque, según el diagnóstico del gobierno sueco, los derechos de las mujeres han sido tratados como un tema aparte de los derechos humanos y, muchas veces, quedan excluidos de las políticas en este ámbito. «Los derechos humanos son los derechos de la mujer», ha dicho en innumerables ocasiones Margot Wallström, ministra de Relaciones Exteriores de Suecia. La creación de nuevas coaliciones globales debe no sólo asegurar que las perspectivas de género están incluidas en las discusiones estratégicas, decisiones, sino también estas deben concretarse a nivel país.
  • Representación femenina en todos los ámbitos, desde la gobernabilidad hasta las conversaciones de paz, pasando por la economía y las instituciones fundamentales. Esta es una condición «sine qua non» para alcanzar la equidad de género. «Sólo a través de la participación activa en los distintos niveles de la toma de decisiones es que podrán transformarse las agendas», ha explicado Wallström.
  • Incrementar y redirigir los recursos hacia objetivos de igualdad de género. Esto requerirá un compromiso político, presupuestos especiales y la flexibilidad se asignar mayores flujos de dinero a estos objetivos.

En la práctica, Suecia ha sabido implementar los tres ejes de la política exterior y la diplomacia feminista, si  analizamos la teoría de las relaciones internacionales distinguimos entre poder duro y poder blando, y podemos decir que una política de relaciones exteriores feminista se construye sobre el concepto de poder inteligente, es decir, el uso de diferentes herramientas dependiendo de cada situación. Para empezar, los cuatro principales puestos estratégicos para manejar la agenda exterior sueca están siendo ocupados por mujeres: encabezadas por la ministra Wallström, la lista incluye a Isabella Lövin, ministra de Desarrollo y Cooperación Internacional, Annika Söder, secretaria de estado para el Ministerio de Relaciones Exteriores y Ulrika Modéer, secretaria de estado para el Ministerio de Desarrollo y Cooperación Internacional.

Además, el gobierno pidió a cada embajada sueca que elabore un informe detallado sobre la situación de género del país y cómo pueden trabajar en conjunto para mejorarla y promover la equidad. Y la primera gran medida impulsada por la diplomacia sueca en este ámbito fue la propuesta presentada ante la Unión Europea para priorizar a nivel continental el rol de la mujer en las negociaciones de paz y seguridad. Es decir, esta nueva dinámica se trata de integrar los derechos humanos de las mujeres y las niñas en los objetivos de la política exterior de un país, porque existe una estrecha relación entre la igualdad de género, la protección de los derechos humanos, el desarrollo sostenible, así como el mantenimiento de la paz y la seguridad. Una política exterior solo puede ser exitosa si se concibe con una perspectiva de género coherente.

2.- La política exterior feminista de Canadá:

El propio Primer Ministro Justin Trudeau – un feminista autoproclamado – ha modelado la representación al asignar una mujeres en los ministerios de exterior, de desarrollo destacando su gabinete como el más diverso en la historia de Canadá. La política canadiense, sin embargo, no promete «interrumpir» estructuras de poder patriarcales de género tal como lo hace el sueco, aunque si incluye la participación política de las mujeres como un área de prioridad temática. En su mayoría, el enfoque canadiense envuelve su prioridad para la igualdad de género mayormente como un servicio de metas económicas y de seguridad más generalizadas.

Según el Gobierno de Canadá, su política «busca erradicar la pobreza y crear un mundo más pacífico, inclusivo y próspero. Canadá firmemente cree que promocionar la igualdad de género y empoderar a las mujeres y niñas es el camino más eficaz para alcanzar esta meta.» (Gobierno de Canadá, 2018). El FIAP  (Política Feminista de Asistencia Internacional) está organizado por tema e incluye seis áreas de prioridad:

  • Igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas;
  • «Dignidad humana,» la cual es un término general que incluye el acceso a salud médica, educación, nutrición y la entrega inmediata de asistencia humanitaria;
  • Empoderamiento económico de las mujeres, incluyendo el acceso a y control sobre recursos y servicios;
  • Acción climática;
  • Participación política de las mujeres
  • Las mujeres, la paz y seguridad.

De esta manera Canadá se une a otros países que tienen políticas de desarrollo internacional feministas y centradas en el género, pero esta política marca la primera vez que un país enfoca su desarrollo y financiamiento humanitario casi por completo en la igualdad de género. La política se centra en el trabajo central de igualdad de género, incluida la prevención y la respuesta a la violencia sexual y de género y el apoyo a organizaciones y movimientos locales de derechos de la mujer, con fondos especiales dedicados a las organizaciones de base de mujeres de primera línea.

Un área clave de enfoque de la política feminista es la paz y la seguridad inclusivas, que incluye el apoyo a la participación de las organizaciones de derechos de las mujeres en los procesos de paz; avanzar los derechos de las mujeres en la construcción del estado posterior al conflicto; y abordar la violencia sexual en zonas de conflicto. La política no se olvida de los roles que los niños y los hombres pueden jugar en desafiar los estereotipos de género y cambiar los roles y las relaciones de género.

3.- La diplomacia feminista en Francia:

Desde el año 2019, la política exterior y su enfoque es llamada como la «diplomacia feminista de Francia », diferente a otras políticas, la estrategia de Francia está acompañada de una base de responsabilidad contra la cual monitorear el progreso. La Estrategia contiene cinco temas principales y tres principios rectores. Los temas principales son similares a los de Canadá, con énfasis en la salud reproductiva y sexual. Incluyen:

  • Salud médica para mujeres y niñas, incluyendo planificación familiar, acceso a salud sexual y reproductiva y tasas de mortalidad maternal reducidas;
  • Acceso a educación, incluyendo acceso a y mejoramiento de educación sexual completa;
  • Aumentar la edad legal para el matrimonio a 18 años;
  • Adiestramiento vocacional y oportunidades de empleo
  • Mejoras a la infraestructura para mejorar el acceso a áreas rurales remotas.

“El objetivo es de incorporar el género a toda acción externa y colocar el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género al centro de su agenda internacional” (Ministro Francés para Europa y Asuntos del Exterior, 2018). En cuanto a la idea de «diplomacia feminista», la política francesa describe un enfoque que identifica las prioridades francesas según los siguientes tres principios:

  • El «enfoque completo» de Francia es lo más cercano a extender el alcance de su política que el país se ha aproximado a aplicar más generalmente que el desarrollo. De esta manera detallan explícitamente que el género deberá ser incluido en las prioridades diplomáticas, incluyendo un compromiso con la igualdad de género del Ministro de Asuntos del Exterior y Desarrollo Internacional.
  • El enfoque basado en derechos aseguran que principios de derechos humanos, normas y regulaciones sean integradas a políticas de humanitarias y de desarrollo y procedimientos sobre las políticas de violencia contra la mujer.
  • El enfoque basado en género, comprometiéndose a incluir el género «en toda prioridad diplomática francesa y toda acción política, económica, levemente diplomática, cultural, educativa y de cooperación a acciones de desarrollo.

En resumidas cuentas, ésta es la «diplomacia feminista» de Francia.» Así que, tanto para Francia como Suecia, una política exterior feminista que no limita su alcance a la asistencia internacional, libera las acciones feministas de los gobiernos en la plataforma global de asistencia tradicional o relaciones de asistencia, las cuales tienen sus propios asuntos conectados al poscolonialismo e intereses económicos políticos.

Por otro lado, Francia actúa en el seno de la comunidad internacional: consagrando el 50% de la ayuda al desarrollo de proyectos a favor de la igualdad niñas-niños hasta el 2022 y se reforzará también el apoyo a las iniciativas de ONU mujeres. Francia ha incrementado con 10 millones suplementarios su contribución en pro de la iniciativa “She decides”, a favor de los derechos sexuales y reproductivos. “Nosotros nos enmarcamos firmemente en esta perspectiva a futuro buscando reforzar nuestro empeño para lograr dicha meta. Conocemos bien todos aquí, por propia experiencia, que la igualdad mujeres-hombres debe erigirse como un pedestal fundamental cara a la consolidación de sociedades más justas y más fortalecidas”, así lo manifestó el embajador de Francia en Venezuela Romain Nadal.

4.- España incorpora la igualdad de género como un elemento distintivo de su política exterior feminista:

            La prevalencia de la desigualdad entre mujeres y hombres pone de relieve la necesidad de intensificar los esfuerzos para cerrar las brechas de género. Por ello, España quiere contribuir con su política exterior a avanzar hacia la igualdad real y efectiva en el plano internacional. ​La política exterior feminista planteada por España enfoca su línea de acción prioritaria en: mujeres, paz y seguridad, erradicación de la violencia contra mujeres y niñas, derechos humanos de las mujeres y niñas, participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones, justicia económica y empoderamiento de las mujeres. Estas prioridades planean alcanzarlas a través de la cooperación internacional para el desarrollo sostenible, la diplomacia bilateral y regional, multilateral, económica, y la diplomacia publica y estableciendo políticas de igualdad en el servicio exterior.

            Finalmente, de esta manera podemos entender que la política exterior feminista, es la política de un estado que define sus interacciones con otros estados y movimientos de manera que prioriza la igualdad de género y consagra los derechos humanos de la mujer y otros grupos tradicionalmente marginados, separa recursos significantes para alcanzar esta visión y busca interrumpir estructuras patriarcales a lo largo de todos sus niveles de influencia (asistencia, comercio, defensa y diplomacia), con su implementación informado por las voces de activistas, grupos y movimientos feministas.

Esto representa que no es sólo por las mujeres o para las mujeres, sino que va más allá al reconocer y corregir los desequilibrios de poder históricamente racistas, o patriarcas a medida que se desempeñan en la plataforma mundial. La política exterior feminista es un enfoque completo consistente y coherente en todas las obras y actividades incluidas en la política exterior y las relaciones internacionales, desde la asistencia, el comercio, la defensa, y la diplomacia, utilizando todas las herramientas ofrecidas por la política exterior para el avance de un mundo más equitativo.  

Cada vez más países incluyen la igualdad de género como una prioridad en la política exterior feminista y lo vemos reflejado en las mujeres que han llegado a ocupar cargos de poder importantes algunas de ellas: Margaret Thatcher primera ministra británica desde 1979 a 1990, Kamala Harris vicepresidenta de los EE.UU, Mary McAlesse en Irlanda, Ellen Johnson-Sirleaf en Liberia, Helen Clark en Nueva Zelanda, Michelle Bachelet en Chile, Pratibha Patil en India, Ángela Merkel en Alemania, Tarja Halonen en Finlandia, Cristina Kirchner en Argentina, Laura Chinchilla en Costa Rica, Park Geung Hye en Sur Corea, Aung San Suu Kyi en Myanmar; Úrsula von der Leyen; la ministra-presidenta de Polonia Beata Szydlo. Merece especial mención Benazir Bhutto elegida por dos períodos primer ministro de Pakistán (1988-1990; 1993-1996), fue la primera mujer en dirigir un país musulmán, realizó estudios en Harvard y Oxford, en relación con su visión de la situación de las mujeres.

Bibliografía:

 Ammann K., (2019) Las mujeres conquistan la diplomacia suiza. Disponible en:  https://www.swissinfo.ch/spa/igualdad-de-oportunidades_las-mujeres-conquistan-la-diplomacia-suiza/44803770

Añazco G,. (2017). Trabajo de Grado para la Maestría en Relaciones Internacionales Mención en Negociaciones Internacionales y Manejo de Conflictos. Presencia de la mujer en la diplomacia, una perspectiva feminista de las relaciones internacionales. Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. Disponible en:

https://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/6225/1/T2656-MRI-A%c3%b1azco-Presencia.pdf

Bondolfi S,. (2020) ¿Qué es una política exterior feminista? Disponible en:

https://www.swissinfo.ch/spa/-qu%C3%A9-es-una-pol%C3%ADtica-exterior-feminista-/46039906

Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de España, política exterior feminista (2021). Disponible en: http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/PoliticaExteriorCooperacion/Paginas/Pol%C3%ADtica%20exterior%20feminista.aspx

Nadal R., Embajador de Francia en Venezuela (2020). Por una diplomacia feminista. Disponible en: https://www.eluniversal.com/internacional/63772/por-una-diplomacia-feminista

ONU Mujer, Foro Generación de Igualdad (2020 – 2021) Disponible en: https://forum.generationequality.org/es/acerca-del-foro

«Por una diplomacia feminista» – Tribuna conjunta de Jean-Yves Le Drian y Marlène Schiappa (8 de marzo de 2019), Ministerio de Asuntos Exterioresde la República francesa. Disponible en:

https://www.diplomatie.gouv.fr/es/politica-exterior/derechos-humanos/noticias/article/por-una-diplomacia-feminista-tribuna-conjunta-de-jean-yves-le-drian-y-marlene

Thompson L y Clement R., DEFINIENDO LA POLÍTICA EXTERIOR FEMINISTA. International Center for research on women (ICRW). Disponible en: https://www.icrw.org/wp-content/uploads/2019/11/ICRW_DefiningFeministForeignPolicy_Brief_Spanish.pdf

 

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