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Por Damián Tuset Varela
Damián Tuset Varela es abogado y funcionario de carrera (Subgrupo A1), experto en Relaciones Internacionales y en Inteligencia Artificial. Doctorando en Derecho Internacional Público e Inteligencia Artificial en la Universidad de Jaén, ha trabajado como Jefe de Sección en la Vicesecretaría General Técnica del Ministerio de Asuntos Exteriores. Además, es profesor universitario asociado en la UOC, UAX y la Tech University School of Law, con varias publicaciones y participación en congresos internacionales sobre IA y relaciones internacionales.
Resumen
Este artículo examina cómo la Agenda Global de Investigación en Inteligencia Artificial (GAIRA) afecta la política exterior de los Estados Unidos y las relaciones internacionales. Con un enfoque en la cooperación internacional, el artículo destaca la importancia de promover principios de inclusión, responsabilidad y colaboración en el desarrollo de la IA. Se discuten las oportunidades y desafíos que presenta la IA en contextos globales, y cómo la agenda puede contribuir al liderazgo de Estados Unidos en la regulación de la IA y al establecimiento de estándares globales.
Palabras clave: Inteligencia Artificial (IA), política exterior de Estados Unidos, Agenda Global de Investigación en IA, gobernanza global de la IA, diplomacia tecnológica, innovación tecnológica, cooperación internacional.
Introducción
La rápida evolución de la tecnología de inteligencias artificiales ha generado un nuevo escenario en el cual la política exterior y las relaciones internacionales se ven profundamente influenciadas por las capacidades tecnológicas y el acceso a la información. Estados Unidos, a través de la publicación de la «Agenda Global de Investigación en IA» (GAIRA), ha buscado establecer una visión para la cooperación internacional en el desarrollo y uso seguro, inclusivo y responsable de la IA. En un mundo donde los avances en IA trascienden fronteras y presentan tanto oportunidades como riesgos, esta agenda busca posicionar a EE.UU. como un actor central en la gobernanza global de la IA. Este artículo explora cómo la GAIRA no solo impulsa el desarrollo científico y tecnológico, sino también se convierte en un elemento estratégico para influir en la política exterior norteamericana y fomentar alianzas internacionales.
1. Contexto y estrategia de política exterior de Estados Unidos 1.1 La GAIRA
La Agenda Global de Investigación en Inteligencia Artificial (GAIRA) es el resultado de un esfuerzo conjunto de varias entidades clave del gobierno de los Estados Unidos, incluyendo la Fundación Nacional de Ciencias (NSF), el Departamento de Energía (DoE), y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en colaboración con otras agencias como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) y el Departamento de Estado de EE.UU.. Además, esta agenda fue creada en diálogo con organizaciones internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Grupo de los Siete (G7), quienes aportaron perspectivas globales esenciales para el diseño de la misma.
La GAIRA fue publicada en septiembre de 2024, siguiendo la Orden Ejecutiva 14.110 emitida en 2023 por el Presidente de los Estados Unidos, que establece el compromiso de desarrollar y utilizar la IA de manera segura, inclusiva y respetuosa de los derechos humanos tanto a nivel nacional como internacional. Este marco político se fundamenta en la necesidad de afrontar los desafíos derivados de la IA, aprovechando su potencial para fomentar la cooperación científica y tecnológica, así como la transferencia de conocimientos. La
publicación de la GAIRA llega en un contexto global donde la tecnología de la IA ha generado una mezcla de entusiasmo y preocupación. Por un lado, existen grandes expectativas respecto a su capacidad para resolver problemas complejos a escala global, desde el cambio climático hasta la medicina personalizada. Por otro lado, existe un temor creciente de que la IA pueda exacerbar desigualdades sociales, amenazar los empleos y ser utilizada con fines de vigilancia y represión. La GAIRA se presenta como una respuesta estratégica de Estados Unidos para equilibrar estos riesgos y oportunidades a través de la cooperación internacional, posicionándose así como un líder en la regulación ética y el fomento de la innovación en IA.
1.2 Estrategia de fomento de la innovación
A diferencia de otras potencias que han optado por regular estrictamente la IA, Estados Unidos ha adoptado una política basada en la promoción de la innovación y el liderazgo tecnológico. En lugar de crear un marco legal restrictivo que limite el desarrollo y despliegue de la IA, la estrategia estadounidense busca maximizar el potencial innovador de la IA, apostando por la inversión en investigación, el desarrollo de infraestructura tecnológica y el establecimiento de asociaciones estratégicas público-privadas. Esta estrategia tiene varios componentes clave:
● Incentivos a la investigación y desarrollo (I+D): Estados Unidos ha impulsado una política de incentivos fiscales para las empresas que invierten en I+D en IA. Además, la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y el Departamento de Energía han destinado fondos específicos para apoyar proyectos de investigación avanzada en IA, con el objetivo de garantizar que EE.UU. se mantenga en la vanguardia de la innovación tecnológica.
● Fomento de la colaboración internacional: A través de la GAIRA, Estados Unidos ha promovido la colaboración con otras naciones y organizaciones internacionales, como la OCDE, el G7 y el G20, para crear un marco de cooperación en torno a la investigación en IA. La cooperación internacional no solo permite compartir conocimientos y
mejores prácticas, sino que también facilita la creación de estándares globales para el desarrollo de tecnologías confiables y seguras.
● Liderazgo en la infraestructura de investigación: La GAIRA también subraya la importancia de una infraestructura de investigación inclusiva, que garantice el acceso a plataformas de investigación, potencia de cálculo y datos, no solo para investigadores de EE.UU., sino para una comunidad científica global diversa. Esto fomenta la innovación abierta y evita la fragmentación de los esfuerzos de investigación, asegurando que los avances en IA se traduzcan en beneficios para todos.
La GAIRA representa, entonces, un esfuerzo estratégico de Estados Unidos para consolidar su liderazgo en el ámbito de la inteligencia artificial sin recurrir a la regulación restrictiva que podría limitar el potencial de la IA. En su lugar, EE.UU. ha optado por un modelo de promoción de la innovación, apoyando tanto a la industria privada como a la academia, y fomentando la cooperación internacional para abordar los desafíos comunes.
2. Principios de investigación en IA y diplomacia tecnológica
La GAIRA establece tres principios fundamentales para la investigación en IA: inclusión y equidad, responsabilidad en la investigación, y colaboración. Estos principios son la base para el desarrollo de tecnologías que respeten los derechos humanos y promuevan el bienestar social.
2.1 Inclusión y equidad como herramienta de diplomacia
La promoción de la inclusión y la equidad en la investigación en IA es un componente central de la diplomacia tecnológica de Estados Unidos. El objetivo de este principio es garantizar que la tecnología sea accesible y beneficiosa para todos, particularmente para las comunidades que han sido históricamente marginadas o que tienen menor acceso a las tecnologías digitales. Estados Unidos utiliza este enfoque para fortalecer sus relaciones con los países en desarrollo, especialmente aquellos en África, América Latina y el Sudeste Asiático. A través de programas de cooperación, EE.UU. proporciona recursos para la formación en habilidades digitales y el acceso a plataformas de investigación en IA. Esto no solo mejora la percepción de Estados Unidos
como un aliado comprometido con el desarrollo inclusivo, sino que también crea nuevas oportunidades para el establecimiento de alianzas estratégicas.
2.2 Responsabilidad en la investigación
El principio de responsabilidad implica que la investigación en IA debe llevarse a cabo de manera que se preserven la autonomía, dignidad y privacidad de los individuos. Este enfoque busca abordar las preocupaciones sobre los posibles efectos negativos de la IA, como la discriminación, el sesgo algorítmico y la invasión de la privacidad. El gobierno de Estados Unidos ha promovido políticas y prácticas para garantizar que los proyectos de investigación en IA respeten altos estándares éticos y legales. Esto incluye el desarrollo de marcos regulatorios que requieran la evaluación de impacto de los algoritmos, así como la implementación de metodologías de diseño participativo que involucren a las comunidades afectadas desde las primeras etapas del desarrollo tecnológico.
2.3 Colaboración y asociación global
El tercer principio, colaboración, busca involucrar a individuos, comunidades y organizaciones como colaboradores activos en el proceso de investigación en IA. Esto es particularmente importante en contextos internacionales, donde las perspectivas locales son fundamentales para entender los beneficios y riesgos potenciales de la IA. En este sentido, la GAIRA promueve el establecimiento de consorcios internacionales de investigación, en los cuales Estados Unidos colabora con otros países para desarrollar proyectos que beneficien a la comunidad global. Esto contribuye a crear un ecosistema de investigación en IA que prioriza el bienestar humano y los valores sociales, reforzando el papel de EE.UU. como un líder en la promoción de la innovación responsable.
3. Prioridades de investigación para desafíos globales
La GAIRA identifica varias áreas prioritarias de investigación que son fundamentales para avanzar hacia un desarrollo de la IA que sea seguro, inclusivo y confiable.
3.1 Investigación sociotécnica
La investigación sociotécnica se centra en comprender las interacciones entre las tecnologías y la sociedad. Estados Unidos ha reconocido que la IA no
puede entenderse como un sistema puramente técnico, sino como un sistema sociotécnico, en el cual la tecnología interactúa y afecta el comportamiento humano, la cultura y las instituciones. Esto implica que cualquier avance tecnológico debe ser analizado no solo en términos de rendimiento técnico, sino también en cuanto a sus efectos en los derechos humanos y las libertades fundamentales. A través de la colaboración entre tecnólogos y expertos en ciencias sociales y humanidades, Estados Unidos busca desarrollar una comprensión más profunda de cómo la IA puede contribuir al bienestar humano y cómo se deben diseñar e implementar las políticas de gobernanza para garantizar un uso seguro y beneficioso de la tecnología.
3.2 Infraestructura de investigación inclusiva
Uno de los objetivos de la GAIRA es crear un entorno de investigación en IA que sea inclusivo y accesible para todos los países, especialmente aquellos con menos recursos, como los países de ingresos bajos y medios (LMICs). Para ello, Estados Unidos ha promovido la creación de una infraestructura global de investigación en IA que facilite el acceso a recursos y conocimientos compartidos. Esta infraestructura incluye el desarrollo de plataformas abiertas que permitan a los investigadores de todas partes del mundo contribuir y beneficiarse de los avances en IA. Además, Estados Unidos promueve la creación de centros de investigación y ecosistemas de colaboración que permitan a los investigadores acceder a herramientas y datos necesarios para la investigación de alta calidad. Estos centros actúan como nodos de un sistema de investigación interconectado, en el que los recursos se comparten para maximizar la eficiencia y promover la innovación abierta. La creación de los ecosistemas también fomenta la participación de grupos subrepresentados y ayuda a reducir el sesgo en el desarrollo de tecnologías de IA.
3.3 Apoyo a la IA para desafíos globales
El enfoque de la GAIRA también se centra en la aplicación de la IA para resolver desafíos globales, tales como el cambio climático, la seguridad alimentaria, y los problemas de salud pública. Estados Unidos está comprometido en utilizar la IA para fomentar el desarrollo sostenible y mejorar el bienestar social. Por ejemplo, la IA puede ser utilizada para modelar el clima
y predecir eventos extremos, ayudando a los gobiernos a implementar estrategias de mitigación y adaptación más efectivas. Otro ejemplo es el uso de la IA para mejorar los sistemas de salud a nivel mundial. La IA puede ayudar a predecir brotes de enfermedades y diseñar intervenciones específicas que mejoren los resultados de salud en comunidades vulnerables. Al colaborar con otras naciones en estas áreas de investigación aplicada, Estados Unidos no solo contribuye a la resolución de problemas críticos para la humanidad, sino que también refuerza su liderazgo diplomático y científico.
4. Gobernanza global de la IA: implicaciones geopolíticas 4.1 La influencia de Estados Unidos en la gobernanza global de la IA
Una de las estrategias principales de Estados Unidos, a través de la GAIRA, es influir en la gobernanza global de la IA mediante la promoción de normas y principios alineados con sus propios valores y objetivos. La falta de un consenso internacional sobre los principios para el desarrollo y uso de la IA le ha permitido a EE.UU. jugar un papel importante en la definición de estos estándares. Estados Unidos ha trabajado activamente con organizaciones como la OCDE, el G7 y la Asamblea General de las Naciones Unidas para desarrollar principios y marcos regulatorios que garanticen que la IA se desarrolle de manera ética y respetuosa de los derechos humanos. Estos esfuerzos incluyen la promoción de la transparencia, la explicabilidad y la responsabilidad en el desarrollo de la IA, elementos que Estados Unidos considera fundamentales para garantizar que los sistemas de IA beneficien a la sociedad y no generen daños.
4.2 Normas Éticas y derechos humanos
Estados Unidos ha enfocado su liderazgo en la gobernanza de la IA hacia el establecimiento de un marco que priorice los derechos humanos y la seguridad. La promoción de estos estándares éticos tiene implicaciones geopolíticas significativas, ya que permite a Estados Unidos proyectar su visión del uso de la tecnología a nivel global y ejercer un poder blando sobre otros países. Al establecerse como líder en la regulación ética de la IA, Estados Unidos refuerza su posición frente a competidores como China y Rusia, que han adoptado enfoques menos transparentes en la regulación de la tecnología. La
GAIRA también busca asegurar que los avances en IA no sean utilizados para fines que comprometan la estabilidad global, como la vigilancia masiva, la discriminación o la represión política. Al promover normas éticas para la investigación en IA, Estados Unidos contribuye a la creación de un entorno internacional en el que los beneficios de la IA se distribuyan de manera equitativa y se protejan los derechos de los individuos y las comunidades.
5. Uso de la IA para la seguridad y resiliencia global
5.1 Ciberseguridad y seguridad internacional
Uno de los aspectos más destacados de la GAIRA es el compromiso de garantizar la seguridad de los sistemas de IA y evitar su uso indebido. Estados Unidos reconoce que la IA tiene el potencial de ser utilizada con fines maliciosos, y por ello ha hecho de la ciberseguridad y la resiliencia global una prioridad en sus políticas de desarrollo y colaboración en IA. La colaboración internacional es fundamental en esta área, ya que las amenazas de ciberseguridad trascienden las fronteras nacionales. Estados Unidos ha promovido la creación de estándares internacionales de ciberseguridad, trabajando con aliados en el G20, la OCDE, y otros foros multilaterales para garantizar que los sistemas de IA sean seguros y que los datos de los ciudadanos estén protegidos. Esta cooperación incluye el desarrollo de técnicas de detección temprana de amenazas, así como la creación de herramientas automatizadas para la respuesta a incidentes y la mitigación de riesgos.
5.2 Protección de infraestructuras críticas
El papel de la IA en la protección de infraestructuras críticas también es un punto central de la GAIRA. Infraestructuras como el sector energético, el transporte y el sistema de salud son fundamentales para la estabilidad de cualquier país y, por lo tanto, deben ser protegidas de posibles ciberataques. La investigación en IA tiene como objetivo desarrollar herramientas que permitan a los gobiernos y a las empresas proteger estas infraestructuras de manera más efectiva y mejorar su resiliencia ante posibles amenazas. El liderazgo de Estados Unidos en la promoción de la seguridad en el desarrollo y despliegue de la IA no solo protege sus propios intereses nacionales, sino que
también contribuye a la estabilidad global, fortaleciendo sus alianzas y proyectando una imagen de compromiso con la seguridad internacional.
6. IA y el mercado laboral global: desafíos y oportunidades 6.1 Impacto de la IA en el empleo
Uno de los desafíos más significativos que plantea la IA es su impacto en el mercado laboral. La automatización impulsada por la IA tiene el potencial de transformar el mercado de trabajo, generando tanto oportunidades como riesgos. La GAIRA se centra en la necesidad de comprender estos cambios, investigando los posibles efectos de la automatización en el empleo y desarrollando estrategias para mitigar sus impactos negativos. Estados Unidos ha promovido la investigación sobre los efectos de la IA en el mercado laboral a nivel internacional, trabajando con instituciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la OCDE para desarrollar políticas que promuevan una transición justa hacia una economía más automatizada. Esto implica la implementación de programas de capacitación y reciclaje profesional, que permitan a los trabajadores adquirir nuevas habilidades y adaptarse a las demandas del mercado de trabajo en la era de la IA.
6.2 Mitigación de desigualdades económicas
El enfoque de Estados Unidos en el desarrollo de políticas laborales también incluye la necesidad de mitigar las desigualdades económicas que puedan surgir como resultado de la automatización. En lugar de limitar el uso de la IA, EE.UU. ha adoptado un enfoque proactivo para garantizar que los beneficios de la tecnología se distribuyan de manera equitativa. Esto incluye la promoción de políticas que fomenten la inclusión económica y el acceso equitativo a los beneficios de la IA, tanto a nivel nacional como internacional. La colaboración con otros países en la investigación sobre los efectos laborales de la IA permite a Estados Unidos establecer marcos regulatorios que no solo protejan a los trabajadores, sino que también promuevan la creación de nuevas oportunidades de empleo y el crecimiento económico. Esto posiciona a EE.UU. como un líder en la búsqueda de soluciones para los desafíos globales del mercado laboral y refuerza su papel como un socio confiable en la construcción de un futuro inclusivo y sostenible.
7. La IA como pilar de la política exterior estadounidense
La Agenda Global de Investigación en IA posiciona a Estados Unidos como un líder tanto en la investigación como en la gobernanza de la IA. Al fomentar principios de inclusión, equidad y colaboración, EE.UU. extiende su influencia más allá de sus fronteras, promoviendo un modelo de desarrollo tecnológico que busca ser beneficioso para toda la humanidad. En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, la GAIRA no solo refuerza la competitividad de Estados Unidos en el ámbito tecnológico, sino que también actúa como una herramienta de diplomacia tecnológica que fortalece alianzas y promueve un orden internacional basado en el respeto por los derechos humanos y la equidad. Estados Unidos ha demostrado que es posible impulsar la innovación en IA sin recurrir a la regulación restrictiva que frene el desarrollo tecnológico. A través de la GAIRA, el país ha adoptado un enfoque proactivo para fomentar la cooperación internacional, promover la investigación abierta y garantizar que los beneficios de la IA lleguen a todos. Esta estrategia de fomento de la innovación posiciona a Estados Unidos no solo como un líder tecnológico, sino también como un promotor de los valores democráticos y los derechos humanos en la era digital.
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